21 de enero de 2010

Una foto polémica


Esta foto de un lobo ibérico a priori merece todos los elogios posibles, ya que es una instantánea bastante bella que fué tomada en plena naturaleza, y que le ha servido al fotógrafo español José Luis Rodríguez el mayor galardón posible de fotografía de naturaleza el Veolia Environment Wildlife Photographer of the Year 2009 (como los nobel), hasta ahí todo normal, pero se ha descubierto que la foto fué tomada en la reserva natural Cañada Real en Madrid y no en Ávila y que el lobo no es salvaje, ya que es un ejemplar perteneciente a la reserva y que además está amaestrado, ya que lo utilizan para la realización de fotografías y cine (esta información ha sido revelada por el diario elmundo). Por lo que el autor ha incumplido una norma de la organización al no ser salvaje el lobo y sobre todo no decirlo, ya que sí está permitido este tipo de fotografía, pero resta puntos si no es un animal salvaje.

Rodríguez explicó la historia íntima de esa fotografía: «Es mi foto imaginada, primero la soñé hace ocho años». Luego empezó a buscar la manera de hacerla. Está tomada con lo que se denomina una «trampa infrarroja». Colocó un sensor de movimiento en una valla de un monte de Ávila,de tal modo que cuando el animal saltara la barrera, la cámara se disparara.
Al otro lado colocó comida y tres focos, uno en contra del cerco y los otros dos en oblicuo, a 45 grados sobre el ángulo de la cámara. Lo más complicado, contó, fue atraer al lobo. El animal se fue acostumbrando a saltar aquella valla para conseguir la carnada y a la luz de los flashes.
Rodríguez conectaba la cámara por la tarde y, a la mañana siguiente, acudía al lugar para comprobar los resultados. La cámara tan sólo captaba dos imágenes, los dos saltos del animal, buscando la comida y marchándose. Fue modificando el encuadre y la iluminación y pasaron dos meses hasta que consiguió la foto perfecta.

La instantánea está tomada al atardecer y por uno de los extremos escapa un trozo de cielo que encierra el bosque, lo que le da a la foto una belleza especial. La foto recoge además todo el simbolismo del lobo ibérico, transmite un mensaje. «El lobo está cazando, es una foto de depredación, pero no es desagradable para el que la ve, como lo sería si estuviera degollando a una oveja. Se intuye que está cazando, que está atacando los intereses del hombre, pero por ningún lado se ve sangre. Es una foto de caza sin sangre y te deja en el misterio de saber por qué salta. Tiene el mayor contenido simbólico que yo quería», afirmó el autor.

Está claro que independientemente de la polémica de la foto, se puede considerar una gran fotografía, aunque como dicen los expertos en naturaleza un lobo salvaje nunca saltaria una cerca, ya que iria reptando y no se acercaría a todo lo que huele a humano (son listos estos lobos).

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