Estoy muy de acuerdo con lo que dice Manuel Estrada en EL Pais: "La creación de un logo requiere un proceso de diálogo con el cliente. El sistema que han utilizado crea un efecto perverso porque se devalúa una de las piezas de mayor sofisticación del diseño. A Madrid no le conviene cualquier logo".
O también como se expresa Alberto Corazón: "Es un gesto populista irrelevante. Salga lo que salga de ahí tendrán que dejarlo caer en el silencio o ponerlo en manos de un profesional para que lo dirija y lo desarrolle".
Es una situación que creo el ayuntamiento ha metido la pata con querer hacer que los madrileños participemos en todo, la creación de una imagen no se puede dejar al librealbedrio, no sé, lo mismo lo hacen para así pagar menos a un anónimo por el trabajo de un estudio profesional que les puede costar más caro.
Y luego está el sistema de votación, te puedes votar tantos amiguetes o cuentas de correo tengas, muy poco profesional.
Veremos como acaba ésta historia, por cierto todavía hay tiempo de votar hasta el 23 de septiembre en www.munimadrid.es
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